Texto: Baldomero Escalada
Foto: Miriam Fernández
El colegio La Salle Maravillas derrotó en su pabellón por 64-59 al CEU Sanchinarro en un partido que tranquilamente puede ser de una instancia superior. Pablo Schwartz fue la gran figura de la noche en los vencedores con 19 puntos mientras que Manu García se destacó con 18 tantos en la visita.
Difícil de explicar el resultado final del score si miramos lo sucedido en el primer cuarto. Si bien los locales abrieron el marcador con un mate sensacional de Pablo Schwartz, sería el CEU Sanchinarro quien tome las riendas del juego en el inicio. Comandados por todo el talento de Manu García en el perímetro. El base derrochó clase por la pista y fue un verdadero dolor de cabeza para la defensa del Maravillas.
Anotar para los de La Salle parecía una tarea estratosférica, ya que no podían materializar sus situaciones y romper con la defensa en zona del CEU. Que aprovechaba las inconsistencias del rival para robar el balón e irse a castigar en el aro contrario. Sanchinarro saco diferencias a través del contraataque y parecía tener el juego bajo su control.
Sin embargo, la reacción del equipo local apareció en el segundo cuarto. “El fondo amarillo ha ayudado mucho, ya que nos ha dado el empujón que necesitábamos para motivarnos”, nos dijo Ander Recacoechea. El #27 del Maravillas es sumamente consciente que su equipo se empezó a contagiar a partir del entusiasmo de la grada. A base de mejores opciones en la pintura, con cortes por el fondo y buenas decisiones en contraataque los de La Salle se pusieron en partido volviendo a una mínima de solo dos puntos antes de acabar el cuarto, luego de un espectacular dos más uno de Miguel Navas.
El segundo tiempo la historia iba a ser definitivamente favorable para los locales. Los centímetros de Pablo Schwartz (19), los bombazos de Jaime Pulido (10), la tónica de Oscar San Martín (8) y el desequilibrio de Ander Recacoechea (15) le dieron a La Salle un cierre soñado. Lo mejor del CEU se vio en la defensa y el dominio de balón de Jorge Lombardero (16), secundando a Manu García (18) que fue claramente el más destacado en la visita.
“La clave fue tener paciencia ya que al principio del partido estábamos muy nerviosos pero al relajarnos pudimos darle vuelta al partido”, cerró Ander Recacoechea tras el ajustado triunfo. Sensaciones normales en chavales de 16 y 17 años que no están acostumbrados a jugar en una atmósfera tan caliente como cuando todo tu colegio te anima desde la grada. Fue 64-59 en favor del La Salle Maravillas que avanza en la Copa y se permite soñar, tiene con que soñar…